No solo nos gusta viajar, también nos gusta comer.
Cuando subíamos en el coche de Madrid hacia Asturias nos recomendaron coger un desvío para pasar por el pueblo de Valdevimbre, recorrer sus calles y aprovechar la parada para comer en una de sus famosas cuevas.
Está totalmente adaptada pero conservan las vigas que empleaban para pisar la uva y algún utensilio más. Tienen adaptado el restaurante con varios salones y el trato hacia nosotros fue estupendo.
Llegamos al punto importante, la comida.
Como entrante pedimos morcilla leonesa, era la primera vez que probábamos una de esta clase. Es un plato que no luce muy bien la verdad, imaginaros una pasta del color de la morcilla. Se queda de esta forma porque la cocinan sin la tripa. Pero ya digo que no os dejeis engañar por las apariencias porque la morcilla tiene un toque picantón y untada en una buena rebanada de pan tostadito, es un bocado delicioso.
Como plato principal nos animamos a probar su carne a la brasa y una ensalada para compartir. Nos decantamos por el chuletón, al peso, unos 700g perfectamente cocinados al punto. Quizás demasiada sal para nuestro gusto pero como veis en la imagen, pudimos retirar fácilmente las escamas.
La ensalada fresca y con un aliño de 10, os aseguramos que pocas veces nos han aliñado la ensalada tan bien, de eso Gaia sabe bastante.
Terminamos sin postre porque ya estábamos llenos y aún nos quedaba una hora de viaje.
Precio menú diario: No tiene.
La relación calidad-precio es buena y la atención que recibimos también, por eso mismo si pasáis por León os recomendamos este restaurante y su pueblo. Ya nos contaréis si os animáis.
Cuando subíamos en el coche de Madrid hacia Asturias nos recomendaron coger un desvío para pasar por el pueblo de Valdevimbre, recorrer sus calles y aprovechar la parada para comer en una de sus famosas cuevas.
La cueva elegida fue "La Cueva del Cura", especializado en comida leonesa y famoso por su tortilla guisada. Como veréis en la imagen que aparece a continuación, antiguamente esta cueva se dedicaba a la elaboración de vinos pero en el año 1990 abrieron sus puertas como restaurante.
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| Imagen obtenida de la página web del restaurante. |
Nosotros imaginamos que todas las cuevas del pueblo tendrán la misma peculiaridad interior pero una amiga que tenemos en común y que vive en Asturias nos recomendó "La Cueva del Cura" y aquí estamos nosotros haciendo lo mismo para vosotros.
Llegamos al punto importante, la comida.
Como entrante pedimos morcilla leonesa, era la primera vez que probábamos una de esta clase. Es un plato que no luce muy bien la verdad, imaginaros una pasta del color de la morcilla. Se queda de esta forma porque la cocinan sin la tripa. Pero ya digo que no os dejeis engañar por las apariencias porque la morcilla tiene un toque picantón y untada en una buena rebanada de pan tostadito, es un bocado delicioso.
Como plato principal nos animamos a probar su carne a la brasa y una ensalada para compartir. Nos decantamos por el chuletón, al peso, unos 700g perfectamente cocinados al punto. Quizás demasiada sal para nuestro gusto pero como veis en la imagen, pudimos retirar fácilmente las escamas.
La ensalada fresca y con un aliño de 10, os aseguramos que pocas veces nos han aliñado la ensalada tan bien, de eso Gaia sabe bastante.
Terminamos sin postre porque ya estábamos llenos y aún nos quedaba una hora de viaje.
Precio medio carta: 15-25 €
Precio menú degustación: No tiene.
Especialidad/Recomendación: Embutidos de León. Tortilla
guisada. Lechazo. Chuletón.
Bodega: Selección de D.O.
Capacidad aproximada: 250 pax.
Horarios: De Lunes a Jueves de 13:00 a 16:00 horas.
De
Viernes a Domingo de 13:00 a 16:00 horas y de 20:00 a 00:00 horas.
Días de descanso - Vacaciones: Noches de Lunes a Jueves
La relación calidad-precio es buena y la atención que recibimos también, por eso mismo si pasáis por León os recomendamos este restaurante y su pueblo. Ya nos contaréis si os animáis.
Esperamos que os gustara la entrada que hemos publicado hoy.
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Un saludo amijos.
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