Getting Highland y Templo Chin Swee

Ya estamos de vuelta para contarte lo que te prometimos en la entrada de "Batu Caves". Y como habrás comprobado por el título, esa tarde pusimos rumbo hacia Getting Highland y el templo chino "Chin Swee" que se encuentra en la subida de camino al primero. ¿Te apetece conocer más sobre ello? ¡Sigue leyendo!

En el aparcamiento Amin nos dijo que tenía una sorpresa para nosotros, que nos iba a llevar a un lugar especial para él, donde subía para desestresarse del ajetreo que le proporcionaba la ciudad, respirar aire puro y también, y no por ello menos importante, disfrutar de la temperatura baja de la zona. No nos dijo hacia donde íbamos, así que resultó toda una aventura.

Llegamos a nuestra primera parada, ya estábamos en el Templo Chin Swee. La primera impresión al verlo desde el aparcamiento fue de: 

- Wooooh, ¡qué maravilla!

Templos de Chin Swee

Amin nos llevó hacia la entrada para coger el ascensor y lo que nos resultó curioso es que también disponían de hotel en el mismo templo y tuvimos que subir hasta la cuarta planta. Dimos a parar a una explanada donde se encontraban los templos con una estatua gigantesca de buda. Paseamos alrededor y aunque no pudimos entrar en todos porque tenían acceso restringido nos gustó tanto su ubicación y singularidad que queremos recomendártelo para que lo incluyas en tu visita.

Muy cerca de la estatua de buda hay una entrada a la izquierda que te lleva al "Camino de la iluminación". A lo largo de todo el paseo puedes ver las diferentes etapas que el alma tiene que pasar para conseguir ser simplemente una luz pura. Las figuras que encontrarás son demasiado explicitas y sanguinolientas. Muestran todo tipo de aberraciones y torturas. Esto que te contamos puede resultar poco elocuente, más que hacerte encontrar tu luz, parece que te adentra en el mismísimo infierno. ¡Ah! Nada recomendable para niños pequeños. 

Entrada al camino de la iluminación.

Vistas desde lo alto del templo

Volvimos a subir al coche para llegar a lo alto de la montaña y visitar "Getting Highland". 

Hotel One World. Uno de los más grandes del mundo.

Un aparcamiento de pago y abarrotado nos recibía. ¡Habíamos llegado ya! Y gracias a dios porque la carretera puede marear a cualquiera. No esperéis un pueblo bonito porque lo único que hay son hoteles gigantes. Cuando decimos gigantes queremos referirnos a que aquí arriba se encuentra el hotel más grande del mundo con alrededor de 6000 habitaciones e infinidad de resturantes, atracciones y tiendas de todo tipo dentro de él. Tienen hasta canales como en Venecia y todo esto está unido también a los demás hoteles, el conjunto hace un gran centro comercial con casinos incluidos. Resumiendo, un gran recinto donde gastarse mucho dinero.

Fuera de esto lo único realmente sorprendente es el entorno boscoso y la puesta de sol con las nubes a tus pies.

Vuelta a Kuala Lumpur y a cenar unas pizzas turcas o Lahmacum y directos a la cama. 

Así terminó nuestro día, nos vamos a dormir con la sonrisa en la cara porque no imaginábamos que acabaría de esta forma. Esperamos que os gustara la entrada, el próximo día os hablaremos de otro de los puntos más visitados de la ciudad. Os esperamos por aquí.

Un abrazo familia.

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